lunes, 12 de octubre de 2015

1-1 La Persona y la eminencia de a educación

1-1   La persona y la eminencia de la educación
Ninguna otra tarea como la educación se ocupa tan directamente y necesariamente de la persona. La educación debe encarar en primer lugar “La realidad más importante de este mundo, a la vez más misteriosa y elusiva, y clave de toda comprensión efectiva: la persona humana”.
La persona cobra carácter absoluto de fin respecto de nuestras acciones, Kant dirá:” obra de modo que uses a la humanidad tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro siempre a la vez como fin, nunca meramente  como medio”.
“La persona es lo más perfecto en toda la realidad” St. Tomás .
Cuanto Tomás de Aquino habla de “persona”, no está hablando del “yo”, ni del  “sujeto”, ni del “individuo”
v  Yo: hace referencia a la idea que cada uno tiene de sí mismo, el yo es una auto referencia ideal de la subjetividad.
v  Sujeto: es un término propio de la filosofía idealista trascendental. (Kant – Husserl) y conlleva la referencia al objeto para su comprensión: el sujeto es el polo opuesto al objeto en la dinámica del conocimiento.
v  Individuo: se define por relación al género o especie a la  que pertenece, resultando cada uno un caso individual del género humano.
Cuando S. Tomás dice persona “ lo perfectísimo en toda la realidad” no está hablando del yo, del sujeto o del individuo, éstos son siempre parcial en relación con persona que expresa totalidad, por tanto persona sobrepasa los conceptos de yo, sujeto e individuo.
La persona es una realidad irrepetible. La dignidad de la persona se agota en quién es, no en que es. La dignidad humana no se considera como propia de la especie humana, sino de cada individuo, que es por ello persona.
Que la persona sea irrepetible implica también que es irreductible es decir que no puede reducirse a nada superior a ella, es decir que la dignidad humana es privativa de cada persona, es decir forma parte de la intimidad, que es constitutiva de su ser.. de esto concluimos que la educación es solo una ayuda para el perfeccionamiento personal, pues nunca se alcanza en la acción pedagógica el núcleo personal de cada uno, la acción educativa no incide directamente en el núcleo radical de la persona, solo ayuda  a disponer las mejores acciones para propiciar el crecimiento personal.
Aquí radica la dificultad intrínseca de la educación: no poder acceder de modo directo a su objeto, ni teórica ni prácticamente, en la persona se da la relación unidad- diversidad , en la medida en que la educación pretende humanizar a su sujeto, debe referirse  necesariamente a esa unidad íntima  que lo constituye como persona.
En la  persona, dicha unidad se realiza en la intimidad de su ser, por lo tanto, en la medida en que la educación pretende humanizar a su sujeto, debe referirse necesariamente a esa unidad íntima que lo constituye como persona..
La tarea de educar es excelente, por su objeto propio, que es la persona. Respecto de otras actividades humanas, cabe hablar de producción, de elaboración, de consecución: en suma de resultados de la actividad. En educación no cabe hablar de producción, sino de formación, pues “se trata de dar forma a lo ya formado, no en cuanto formado, sino en cuanto incompletamente formado”. El educador no forma al educando, sino que éste se forma con la ayuda  coadyuvante del educador. El educador solo puede  cooperar en la plenificación de la condición personal del educando: solo puede propiciar o fomentar su formación.
La educación no sólo es actividad, primordialmente es acción. El ser humano es, ante todo, persona;  el conocimiento de lo que eso significa es esencial para la educación para el quehacer educativo. Este conocimiento debe ser práctico, dado que la relación educativa es entre personas.





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