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La
persona y la eminencia de la educación
Ninguna otra
tarea como la educación se ocupa tan directamente y necesariamente de la
persona. La educación debe encarar en primer lugar “La realidad más importante
de este mundo, a la vez más misteriosa y elusiva, y clave de toda comprensión
efectiva: la persona humana”.
La persona
cobra carácter absoluto de fin respecto de nuestras acciones, Kant dirá:” obra
de modo que uses a la humanidad tanto en tu persona como en la persona de
cualquier otro siempre a la vez como fin, nunca meramente como medio”.
“La persona es
lo más perfecto en toda la realidad” St. Tomás .
Cuanto Tomás
de Aquino habla de “persona”, no está hablando del “yo”, ni del “sujeto”, ni del “individuo”
v
Yo:
hace referencia a la idea que cada uno tiene de sí mismo, el yo es una auto
referencia ideal de la subjetividad.
v
Sujeto:
es un término propio de la filosofía idealista trascendental. (Kant – Husserl) y
conlleva la referencia al objeto para su comprensión: el sujeto es el
polo opuesto al objeto en la dinámica del conocimiento.
v
Individuo:
se define por relación al género o especie a la
que pertenece, resultando cada uno un caso individual del género humano.
Cuando S. Tomás dice persona “ lo perfectísimo en toda la realidad” no
está hablando del yo, del sujeto o del individuo, éstos son siempre parcial en
relación con persona que expresa totalidad, por tanto persona sobrepasa
los conceptos de yo, sujeto e individuo.
La persona es una realidad irrepetible. La dignidad de la persona se
agota en quién es, no en que es. La dignidad humana no se considera como
propia de la especie humana, sino de cada individuo, que es por ello persona.
Que la persona sea irrepetible implica también que es irreductible
es decir que no puede reducirse a nada superior a ella, es decir que la
dignidad humana es privativa de cada persona, es decir forma parte de la intimidad,
que es constitutiva de su ser.. de esto concluimos que la educación es solo una
ayuda para el perfeccionamiento personal, pues nunca se alcanza en la acción
pedagógica el núcleo personal de cada uno, la acción educativa no incide directamente
en el núcleo radical de la persona, solo ayuda
a disponer las mejores acciones para propiciar el crecimiento personal.
Aquí radica la dificultad intrínseca de la educación: no poder acceder
de modo directo a su objeto, ni teórica ni prácticamente, en la persona se da
la relación unidad- diversidad , en la medida en que la educación pretende
humanizar a su sujeto, debe referirse necesariamente
a esa unidad íntima que lo constituye
como persona.
En la persona, dicha unidad se
realiza en la intimidad de su ser, por lo tanto, en la medida en que la
educación pretende humanizar a su sujeto, debe referirse necesariamente a esa
unidad íntima que lo constituye como persona..
La tarea de educar es excelente, por su objeto propio, que es la
persona. Respecto de otras actividades humanas, cabe hablar de producción, de
elaboración, de consecución: en suma de resultados de la actividad. En
educación no cabe hablar de producción, sino de formación, pues “se
trata de dar forma a lo ya formado, no en cuanto formado, sino en cuanto
incompletamente formado”. El educador no forma al educando, sino que éste se
forma con la ayuda coadyuvante del
educador. El educador solo puede
cooperar en la plenificación de la condición personal del educando: solo
puede propiciar o fomentar su formación.
La educación no sólo es actividad, primordialmente es acción. El ser
humano es, ante todo, persona; el
conocimiento de lo que eso significa es esencial para la educación para el
quehacer educativo. Este conocimiento debe ser práctico, dado que la relación
educativa es entre personas.
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